Cooperativistas valencianos visitan la Fundación Vicente Ferrer en la India

noticias01Valencia, 29/01/2016.– El estado de Andhra Pradesh, al sureste de la India, es el área en la que desarrolla sus actividades la Fundación Vicente Ferrer, cuya base de operaciones (el campus RDT, Rural Development Trust) se encuentra en distrito de Anantapuramu. Una delegación de empresarios valencianos, encabezada por el director general de Cooperación y Solidaridad de la Generalitat y por el delegado de la fundación en Valencia, ha viajado recientemente a la India para conocer el trabajo de esta ONGD.

Un tercio de esta delegación eran cooperativistas, entre ellos: Vicent Diego, presidente de la Federación de Cooperativas de Viviendas; Salvador Escutia, presidente de la Cooperativa Eléctrica de Alginet; José María Company, director de relaciones institucionales de Caixa Popular; y Nardi Alba, directora de la Confederació de Cooperatives de la Comunitat Valenciana. En la delegación participaron también representantes de destacadas empresas, como Boluda, SPB, Nunsys y Tecnidex, además del presidente de la CEV. Todos ellos coinciden en señalar que ha sido un privilegio conocer en primera persona esta experiencia de transformación social y solidaridad.

El proyecto que la Fundación Vicente Ferrer está llevando a cabo en esta región de la India se basa en tres pilares fundamentales: sanidad y nutrición, agricultura y educación. Hace 47 años que Vicente Ferrer llegó al distrito de Anantapuramu y comenzó su trabajo para erradicar la pobreza extrema en aquella zona. Tras casi medio siglo, la solidaridad española salpica, en pequeños trazos, estas tierras áridas a 10.000 km de distancia. Esto se percibe claramente al llegar al “territorio Ferrer”: hoy, superado ya un relevo generacional, puede constatarse el cambio cultural que ha devuelto la dignidad a la mujer, ha puesto en valor la importancia de la educación, ha hecho habitables las viviendas, y ha mejorado la salud de la población rural, hasta el punto de convertir el hospital de la Fundación en Bathalapalli en un centro de referencia en toda la India, particularmente para el tratamiento del sida. Y todo a partir del agua y la transformación que, con ella, pudo hacerse para el aprovechamiento agrícola de las tierras.

La delegación comenzó su periplo de cinco días, entre el 21 y el 25 de enero, precisamente en Bathalapalli, acompañados por Anna, viuda de Vicente Ferrer y compañera infatigable de éste desde sus primeros días en Anantapuramu, hoy presidenta de la Fundación. Pese a la sencillez y humildad con que se conduce, Anna Ferrer es tratada con auténtica veneración por la población local. Y se comprende que así sea al ver el progreso que Vicente llevó a esta región: no solo el citado hospital, también el centro de atención a niños con parálisis cerebral, los orfanatos para niños y niñas afectados por el VIH…

En los días siguientes, la delegación continuó visitando centros y aldeas en los que la Fundación ha desplegado su acción humanitaria y de impulso local: escuelas, colonias de viviendas, programa de nutrición, centro de artesanía para mujeres con discapacidad, embalses, huertos con energía solar y riego por goteo, y hasta una obra de teatro sobre el espinoso asunto de los matrimonios precoces y la violencia de género.

Rampuram, Chalakuru, Mamillapalli, Suddakuntapalli, Durgam, Samudram, Gantapuramu, Rotaripuram, Thanda, Buchaihgaripalli, Kothacheruvu, Ammavaripalli, Vadrahatti… Todos estos lugares recibieron la visita de los empresarios valencianos, y en todos se repetían los gestos de agradecimiento y de satisfacción: muchas mujeres y hombres pedían la palabra y se dirigían orgullosos a los visitantes extranjeros para darles las gracias personalmente por su ayuda y para contar su particular experiencia.

Para Nardi Alba, “la clave del éxito del trabajo de la Fundación Vicente Ferrer es que no está practicando la caridad, sino la pedagogía: ha implicado a las personas y a las comunidades, de forma que ellas mismas están convirtiéndose en las protagonistas de su propio desarrollo; y eso garantiza su futuro”. Y José María Company añade que “es de destacar la eficaz gestión que la ONG está haciendo en esta carrera de fondo de casi medio siglo; es un proyecto a largo plazo, y eso tiene un efecto multiplicador de los fondos de solidaridad que llegan a la India desde la Comunitat Valenciana”.

Solidaridad con resultados

La Fundación Vicente Ferrer es una ONG de desarrollo comprometida con la mejora de las condiciones de vida de las comunidades más desfavorecidas de la India, que hoy está presente en 3.235 pueblos. Gracias a su labor, casi el 99% de las niñas y niños de las castas más bajas en estos pueblos están escolarizados, en un programa de educación que ha permitido también la construcción de 1.339 escuelas propias y la financiación de ampliaciones en 80 colegios del gobierno, además de conceder 2.121 becas para estudios universitarios y repartir 10.883 bicicletas para facilitar el desplazamiento a los centros de enseñanza secundaria. También se han construido 3.084 pantanos, como elemento primordial para la generación de una economía agraria que actualmente se traduce en 44.160 hectáreas de tierra con cultivos hortícolas, que se benefician además de la instalación de sistemas de riego por aspersión y goteo y de la generación de energía con sistemas fotovoltaicos solares y biogás. En el área de sanidad, la Fundación cuenta con 16 clínicas rurales y 5 hospitales, que se complementan con una amplia red de 1.027 trabajadores sanitarios y 69 enfermera rurales que se ocupan de la atención directa en los pueblos. Y, por último, un total de 58.176 viviendas construidas o reconstruidas. Y lo que es más importante, aunque más difícil de cuantificar: millones de vidas que, gracias a estos proyectos de desarrollo, tienen hoy garantizada una existencia digna y un futuro sin oscuridad.

(Más información sobre el trabajo de la Fundación Vicente Ferrer enwww.fundacionvicenteferrer.org)